Serie: De Aprendiz a Lider - Historia de vida de Calebe

Introducción a la serie:

Bienvenidos a la emocionante serie de blogs "De Aprendiz a Líder: Casos de vida de líderes Kranio". A través de relatos personales, valiosas perspectivas y consejos prácticos, nuestros líderes Kranio compartirán sus vivencias, desafíos superados y estrategias que los llevaron a alcanzar puestos de liderazgo. Descubre cómo transformaron sus roles de aprendices en oportunidades de liderazgo y cómo tú también puedes tomar las riendas de tu desarrollo profesional. ¡Comencemos!

¿Cómo fue tu trayectoria inicial siendo aprendiz y cómo te convertiste en un líder?

Comencé mi carrera en el campo de la tecnología desde una edad temprana, y siempre me esforcé por superar las expectativas, ya que creía que los desafíos más grandes ofrecían oportunidades de aprendizaje más significativas. Esta actitud me impulsó a buscar un crecimiento constante y, como resultado, obtuve un historial muy positivo en mis trabajos, lo que atrajo la atención de las empresas para las que trabajé.

A lo largo de este proceso, no solo desarrollé un profundo conocimiento técnico, sino que también me inspiré en mis líderes al observar sus logros exitosos y aprender de sus errores para abordar situaciones de manera diferente y, posiblemente, convertirlos en resultados positivos en el futuro. Este enfoque me llevó a adquirir habilidades de liderazgo que llamaron la atención de las empresas por las que pasé, brindándome la oportunidad de liderar equipos de manera directa.

En resumen, mi ascenso hacia roles de liderazgo fue un proceso natural, respaldado por el reconocimiento de los equipos con los que trabajé, que me consideraron un líder.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste en tu camino hacia el éxito en Kranio? ¿Tienes alguna anécdota por contar?

Los desafíos más significativos que enfrenté durante mi trayectoria como líder estuvieron relacionados con superar limitaciones que estaban más allá de mi control. Estos desafíos no solo tuvieron un impacto en los resultados, sino que también me llevaron a situaciones en las que tuve que demostrar mi capacidad de adaptación y resolución.

Recuerdo un caso en particular en el que me uní a un equipo que enfrentaba un importante retraso en la entrega de proyectos a un entorno productivo. Esta demora se debió en gran medida a la frecuente caída de los sistemas y a la generación de inconsistencias en los datos almacenados. En un esfuerzo por remediar la situación, nos embarcamos en un proceso de recuperación de estas soluciones con plazos muy ajustados.

Llegamos al punto en el que habíamos alcanzado un progreso del 80%, pero entonces se desató una pequeña crisis en el mercado que afectó a nuestro cliente. La gerencia, de nuestra empresa cliente, tomó la decisión de llevar todos los servicios al entorno productivo en un plazo de tan solo 20 días, lo que era una tarea monumental, considerando que teníamos más de 25 servicios pendientes y solo un 80% de estabilidad en las soluciones. Además, el miembro más competente técnicamente de nuestro equipo estaba de vacaciones en ese momento.

Aunque parecía una misión imposible, me negué a rendirme y luché arduamente para obtener al menos algunos días adicionales. A pesar de mis esfuerzos, no logramos extender el plazo. En lugar de sentirme frustrado, decidí convertir esta situación en una fuente de motivación. Busqué soluciones que estuvieran fuera de mi zona de confort como líder, desafiando mis propios límites.

Fue entonces cuando implementé una solución poco convencional: activar una gestión de riesgos y un plan de recuperación en caso de fallos en producción. Esta medida poco convencional resultó ser efectiva y nos permitió llevar todos los servicios al entorno productivo según lo requerido.

Esta experiencia me enseñó la importancia de pensar más allá de mis limitaciones actuales y superar las barreras impuestas por circunstancias externas. Marcó un paso significativo en mi camino hacia el liderazgo y me recordó que, como líder, a menudo se requiere innovación y audacia para superar desafíos aparentemente insuperables.

¿Qué habilidades, valores o cualidades crees que fueron cruciales para tu ascenso de aprendiz a líder en Kranio?

Una visión clara de los desafíos con los que estaba trabajando, así como la habilidad de ser una guía para mi equipo en medio de estos retos, constituyeron pilares fundamentales de mi liderazgo. También fue esencial mi capacidad para escuchar a mi equipo y equilibrar las necesidades personales con las exigencias de las empresas y proyectos en los que estábamos involucrados. Además, adopté una mentalidad de propietario, lo que significó no esperar pasivamente a que se me otorgara un puesto de liderazgo, sino más bien emprender un camino proactivo en busca de oportunidades y desarrollar estrategias para alcanzar mis metas. La inteligencia emocional desempeñó un papel crucial, permitiéndome mantener el control de mis emociones frente a los diversos desafíos que surgían y evitando caer en distracciones que pudieran socavar mi enfoque y determinación.

¿Cómo Kranio ha apoyado tu desarrollo profesional y qué oportunidades te ha brindado?

En Kranio, la libertad de no limitar tus oportunidades es una realidad, al contar con una variedad de proyectos en múltiples formas, lo que significa que el crecimiento está al alcance de aquellos que se atreven a aprovechar estas oportunidades. Aquí, no imponemos restricciones a lo que puedes lograr.

¿Qué consejos o mensaje le darías a aquellos que aspiran seguir tus pasos y convertirse en líderes en su carrera?

La humildad de reconocer nuestros errores es una virtud crucial en el camino hacia el liderazgo. Ser un líder no se trata simplemente de ser una autoridad en un tema o una referencia en un campo específico. De hecho, es importante entender que ser el mejor desarrollador no garantiza ser el mejor líder de un equipo de desarrolladores.

En mi experiencia, lo que ha sido fundamental en mi proceso de evolución es la capacidad de autorreflexión, de preguntarme: "¿Qué pude haber hecho de manera diferente?" Esto es relevante independientemente de si tenía razón o no en una situación dada. Cambiar nuestra mentalidad para ver los errores como oportunidades de aprendizaje es un camino que acelera el ascenso hacia roles de liderazgo, proporcionándonos una amplia gama de estrategias para enfrentar los desafíos que surgen.

Una frase que siempre comparto y que resalta este enfoque es la siguiente: "Un buen líder no es aquel que posee la mejor estrategia, sino aquel que dispone de muchas estrategias".

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